La comida se ha convertido en un elemento muy importante para representar la historia y cultura de los destinos turísticos,  y la gran diversidad de sabores y estilos que puede ofrecer un solo lugar,  representa  una gran motivación para los viajeros del mundo, de  comprar un boleto de avión o viajar horas por carretera, sólo para probar su comida y así emprender su aventura gastronómica.

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Uno de esos sitios a los que vale la pena viajar para ir a comer es Tijuana, la frontera más visitada del mundo.    
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    Esta tierra se distingue por su gastronomía, la cual aplica las raíces de la cocina mexicana en conjunto con los ingredientes mediterráneos. La gran influencia de la cocina francesa, española, italiana y americana convierte a Tijuana en un centro gourmet fuera de serie. A través del arte de los sabores, esta frontera busca generar una nueva identidad y convertirse así en un lugar que vale la pena visitar sólo para comer.

    Aquí se ha democratizado el sabor, el placer de comer, lo mismo puedes disfrutar de una deliciosa comida en un restaurante gourmet que en un puesto callejero. Aquí las reuniones se hacen alrededor de una buena comida, puede ser una deliciosa y famosa ensalada Caesar  o de unos buenos tacos de carne asada, sin que nos falte una cerveza artesanal bien fría para amenizar una tarde con amigos.

 
Tijuana  se construye gracias a muchas historias que cruzan la frontera de ida y vuelta, y es precisamente eso lo que ha nutrido la vida en esta esquina del mundo, en donde se come de manera  excepcional, porque han sabido  aprovechar todos los ingredientes que la tierra brinda.

 
  Siempre se tuvo una buena comida sin un sello distintivo, ahora se tiene una comida sobresaliente, impulsada en gran medida por la Culinary Arts School que abrió sus puertas en 2003 y vino a enriquecer la escena gastronómica en Tijuana y en todo Baja California.

   
Este espacio fue creado para quienes quisieran dedicarse por completo a las artes gastronómicas, dando oportunidad a los jóvenes talentos de la ciudad, pues sólo era posible estudiar en el centro del país. De esta manera la Culinary Arts School se convirtió en la primera escuela de gastronomía en el área y ha hecho la diferencia formando a las principales estrellas gastronómicas de la Baja.

   
Al ser Tijuana un centro de expansión, la gastronomía ha tenido la oportunidad de inventarse una y otra vez, y en esta escuela se ha buscado llevar a los que han decidido dedicarse al maravilloso arte de la cocina a otro nivel, convirtiéndose  en autores y no solo en actores.
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   Tijuana ha decidido crear una cocina original que está en constante movimiento, siendo fiel a la naturaleza de esta ciudad. Hoy es clara la pluralidad que existe, tanto en técnicas, estilos, tendencias y por supuesto en productos.

Tijuana, la frontera más visitada del mundo, es sin duda hoy por hoy, la frontera más sabrosa del mundo.